lunes, 7 de mayo de 2012

Espectadora crítica: investigaciones sociológicas que nacen del despecho

Esta mañana nos hemos desayunado en la oficina con este titular: "Las comedias románticas perjudican seriamente la salud social". Un estudio de una bloguera americana, inspirada después de que su novio le plantara el día antes de San Valentín, decidió investigar cómo las películas de Jennifer Aniston o Reese Witherspoon han creado un modelo erróneo para las mujeres, con independencia de "lo irónica y sofisticada" que sea la espectadora: el de que todas deseamos un hombre que nos redima y dé sentido a nuestra existencia.

Vale. Consideraciones.
1. Me preocupa mucho que dicha bloguera considere relevante que el plante se produjera el día antes de San Valentín (eso me hace pensar de qué tipo de espectadora estamos hablando...).
2. Me preocupa aún más que crea que las espectadoras "irónicas y sofisticadas" son las que, en principio, deberían estar vacunadas contra este tipo de inmundicia melosa, pero que sienta tan bien, pongamos, un domingo por la tarde. No creo que la sofisticación sea un arma intelectual lo suficientemente contundente para rebelarse contra los siempre hostiles clichés...
3. Lo que me acojona de verdad es que considere "ofensivas" las dos secuelas de la serie "Sexo en Nueva York". Creo que todos estaremos de acuerdo en que no son el culmen del séptimo arte, pero ambas son una gilipollez en la que, personalmente, no capto ni un mero atisbo de profundidad y, por tanto, ninguna intención oculta de ofendernos a nosotras, oh, pobres mujeres de a pie.

El artículo ha circulado vía Facebook, y de ahí ha llegado al jefe, que se ha apresurado a señalar que, por lo que oye desde su despacho, nosotras vivimos "en una eterna peli de Aston Kutcher y Katherine Heigl". Y yo, que soy como soy, voy a llevar la contraria a mi jefe, aunque sé de sobra que los jefes siempre tienen razón: si hubiera de establecer un paralelismo cinematográfico, diría que me siento más...Fellini.



Sumergidas en una crisis, solteras y desamparadas, nos hemos entregado a un hedonismo decadente. Las noches traen retazos de un deseo íntimo de ser amadas, de una necesidad vital que se apura con sorbos de gin-tonic y que tiene como escenario algunos locales de Madrid, de esos todo el mundo está fuera de lugar, ergo sobreactúa, ergo se convierte en una caricatura de sí mismo. Y en ese jodido baile de máscaras transcurre la vida real.

No llevamos la mechas californianas de la Aniston, ni calzamos Manolos...Somos más bien una versión neorrealista (e incluso surrealista) de una necesidad animal. En cristiano: que a estas alturas, una vez cumplidos los 30, tenemos más que claro que las películas porno no acaban en boda, que un whatsapp sin respuesta no es el amor de tu vida, que jamás te irás a cenar con ese compañero del curro que te parece un imbécil (y no, ese tampoco es el amor de tu vida), y que un tío con un jersey de reno jamás va a parecerte sexy (sobre todo, porque ningún Colin Firth de la vida se pondría jamás semejante atuendo en este lado de la realidad).

Resumiendo: que yo sigo sin ver el peligro social de una comedia romántica, cuando todas sabemos que son tan reales como la noche de Mordor...

2 comentarios:

  1. Me ha saltado la Alerta de Google "jefe" :)

    Desde mi sitio, de Fellini me parece poco... fíjate que, a veces, cuando tenéis la puerta del despacho entrecerrada y no se distinguen las voces, de vez en cuando levanto la vista esperando a que salga Tim Roth vestido de botones...

    De cualquier manera, lo de la comparación con la Heigl no ha sido muy acertado: vosotras sois mucho mas, como decirlo, Catherine Deneuve :D

    Bonne nuit

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  2. Si hubiera creído que lo ibas a leer, esto jamás hubiera quedado por escrito... :-S

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