jueves, 10 de mayo de 2012

Hacienda, Bankia y el minuto del odio

Hoy estoy liada con la Declaración de la Renta...

Pienso en esa cantidad irrisoria que para mí lo significa todo, y pienso en Bankia, en cómo el Estado (es decir, la suma de todas esas cantidades irrisorias que cada uno aportamos y que para nosotros lo significan todo) pagará el indecente tren de vida de una panda de hijos de puta que ni siquiera han sabido hacer bien su trabajo.

Que se os hunda el yate con vosotros dentro. Que os dé alergia el caldo de ostras y os paséis cagando una semana seguida. Que la tinta del Montblanc os joda vuestra mejor camisa. Que vuestro cochazo os deje tirados en la carrera más oscura una noche de tormenta, os atraque una banda de rumanos y os meta el Rolex por el culo.

Y aquí termina mi minuto del odio. Porque el odio (lo leí en una novela deliciosa, "Almas grises") "deja en la carne sabor a inmundicia". Y nosotros, de comer mierda, ya andamos sobrados...



2 comentarios:

  1. Gracias por este minuto de odio. Aunque se merezcan toda una vida...

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  2. Tienes razón, con un minuto nos quedamos escasos...

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