martes, 17 de abril de 2012

¿Blog o no blog?

 
¿¿¡¡¡Bienvenidos!!!??  No tengo muy claro que este saludo temeroso no vaya a caer en el limbo, en ese gran contenedor de exhibicionismos varios en que se ha convertido Internet, en el cual todos queremos hablar cuando, en verdad, tenemos poco que decir. ¿Blog o blog? Esa es la cuestión (la que me he venido planteando a menudo). Pues que sea blog (por qué no?). Si a mí me sirve para exorcizar mis humos, ahorrármelo en ansiolíticos y echarme unas risas (aunque me ría yo sola, lo cual es triste pero no por ello menos efectivo...),  bienvenida sea toda desnudez. Eso sí: no me pidáis que cuente la verdad. Contar contar contaré porque soy una cuentista (dícese de la que la que cuentos cuenta) y como mi vida de apasionante tiene bien poco, ¿quién me prohíbe añadirle un poco de edulcorante? ¿Quién sabrá cuánto de cierto hay en lo que aquí se narra?  Y en verdad: ¿a quién le importa?

Tuve un profesor en la universidad que nos proponía juegos absurdos para entrenar la pluma. Un ejemplo: "para mañana quiero un relato sobre el conflicto entre una hoja verde y una marrrón". Esta anécdota (rigurosamente cierta, puedo jurarlo y lo juro) demuestra que escribir es, a fin de cuentas, un mero juego, y que en realidad, si uno se divierte, no importa ni qué cuente ni quién le escuche. Y como esta es mi filosofía, ya está decidido. Juguemos pues...

No hay comentarios:

Publicar un comentario